martes, 30 de diciembre de 2008

Hubiera sido tan lindo...


Nuevamente, me declaro al servicio de los peatones. Porto sobre mis hombros ese estandarte, o mejor dicho esa voz, que más que voz es un grito insoportable (parecido a ese que emiten algunas parejas en la intimidad).
Como es de público conocimiento, ya no se pude circular por las calles de nuestro querido pueblo paranaense sin ser conscientes de ello. Es decir, resulta casi imposible caminar por las veredas meditando o simplemente mirando el paisaje. Nada de posar nuestros ojos en los frondosos paraísos, ni en los jacarandaes que liberan sus bellas flores como ofrendas, ni que hablar de mirar las estrellas. A no ser que los múltiples peligros que nos acechan nos tengan sin cuidado. No sólo el estado lamentable de las veredas (las baldosas son como las piezas de un rompecabezas que un niño descuidado ha desparramado y olvidado) sino las trampas que tienden las ominosas obras en construcción (restos de material, máquinas, zonas restringidas que obstaculizan nuestro paso, etc.). Sumado al cada vez más suculento excremento de animales. En fin, la lista podría extenderse mucho más que la atención del o la que esto lee si es que realmente alguien lee esto. Parece ser que al concentrarnos en evitar todas estas sandeces y al intentar con ello salvaguardar nuestra integridad física varios de nosotros nos hemos perdido obtener la primicia de un fenómeno paranormal que agitó el cielo de nuestra queridísima ciudad de Paraná. Si, si, si.
Resulta que una familia que estaba retratando a su hija con motivo de su 15º aniversario -esa típica foto en el parque Urquiza, costumbre que creía desaparecida- se llevó una gran sorpresa al ampliar las fotografías. Pudieron observar según declaraciones: “algo extraño en el cielo”. Nada más ni nada menos que un objeto volador no identificado. Así, los rumores trascendieron, y llegaron a los medios locales que, por ejemplo, titularon: “Supuesto ovni en Paraná: Fotografiaron un extraño objeto en la zona del Parque Urquiza”.
Lamentablemente, luego de realizar las investigaciones correspondientes y analizar exhaustivamente las fotografías, "peritos altamente calificados" desestimaron la excitante posibilidad de concretar un “encuentro cercano del tercer tipo”. Uff!! La verdad, fue una pena, hubiera pasado algo por fin interesante bajo el siempre mismo firmamento.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Humanos vs Máquinas de Transporte


Caminar por las calles de Paraná se ha convertido en una aventura. Desde hace tiempo, ser peatón es sinónimo de estar condenado a leyes impuestas por autos, colectivos y ni hablar de las motos y sus peripecias. ¿Se estará filmando La ley de la calle 2 en Paraná y no nos enteramos? Existe una batalla campal: humanos vs. máquinas, sin dudas desigual. Las posibilidades que quedan a los transeúntes son escasas, sino una: adecuarnos a su ritmo frenético, a sortear los obstáculos que nos proponen (todo un arte):
- Respirar lo que exhalan: polución.
-Salir 15 o 30 minutos antes de casa para emplear ese tiempo en cruzar las calles y llegar a horario a destino, si es que salimos victoriosos.
-¿La senda peatonal alguna vez existió?
-¿Existen lugares donde realmente esté prohibido estacionar?
-Súbase a la aventura de recorrer la ciudad de Paraná pero... no se entusiasme, no para dar un paseo, ¡para evitar a los tarjeteros!
- No circular por las inmediaciones de estaciones de servicio: ya que ante la escasez de combustible, o previo a una suba del mismo, los conductores padecen extraños síntomas: rostros demoníacos, facciones contraídas y enrojecidas, aceleración del ritmo cardiaco, altos niveles de nerviosismo en sangre, estado de alerta por si alguien distraídamente pretende adelantarse. ¡¡Horror!!
-Los semáforos, otro tema, supuestos ordenadores del tránsito han perdido autoridad. ¿O es que tal vez los conductores padezcan de daltonismo?:
El rojo se convierte en verde
El amarillo se convierte en verde
El verde, al menos, es verde.
¿Será contagioso?
Los domingos a la tarde son sagrados, el exhibicionismo también. El ritual requiere gran cantidad de agua, cepillos, productos específicos para lograr el brillo del primer día y para los más detallistas aspiradora y esencias artificiales: es que el interior también es importante. Luego a dar una vuelta por la costanera, bien despacio, para que todos lo vean.
Detrás de las vidrieras, en pequeños pedestales circulares, son exhibidos los últimos modelos. Iluminados estratégicamente desprenden destellos metálicos, los mismos que atraen a las víctimas que los detentan: “Llévese su 0 Km.”
- ¿Viste qué el Carlos cambió el auto?
- ¿Cómo habrá hecho con el sueldo que tiene?
- Y... ese debe andar en algo.