miércoles, 28 de enero de 2009

Dos caras de la misma moneda



Gualeguaychú está de fiesta: el gran negocio del verano, es decir, “el carnaval del país” pudo desarrollarse el fin de semana y reponerse exitoso luego de una tormenta que días pasados alarmó a los señores dueños de la noche y sus dividendos. Las comparsas pudieron desplegar su encanto y esforzadas coreografías, las chicas y chicos -aceitados y brillantes- sacudieron a morir sus pandeiros. Esta vez no hubo que devolver las entradas y quedaron casi todos contentos. Los vendedores de baratijas celebraron también la generosidad de los espectadores en las inmediaciones del corsódromo. Es que la adoración de los cuerpos, la mejor “carne” que se exhibe por las noches en las pistas, trae muchos beneficios. ¡Fiesta, fiesta! y un elevadísimo nivel de alcohol en sangre cuyas consecuencias se ven plasmadas en los frentes de las casas pero, sobre todo, en las veredas que se convierten en un gran contenedor de basura y de toda clase de fluidos corporales.
Claro que en Gualeguaychú también pasan otras cosas, más allá del recelo que se ha instalado en torno a los reinados de las comparsas más prestigiosas porque las chicas que ocupan esos puestos son oriundas de Buenos Aires. Las gualeguaychusenses se han puesto de las muelas y habrían organizado una guerra de “extensiones”. ¿Por qué ellas no ocupan los primeros puestos después de tanta dieta, tanta gimnasia y tanta cama solar? ¿Qué responderán las reinas porteñas sobre las maravillas de Gualeguaychú si no conocen la ciudad?
En fin, la otra disputa con tintes y vericuetos bien diferentes, tiene que ver con la pastera Botnia. En este mismo lugar que de noche se convierte en un espectáculo “maravilhoso” de día es escenario de marchas, cortes y protestas. Esta vez se manifestaron alrededor de 3500 personas -convocadas por la Asamblea Ambiental- “ante los olores nauseabundos y la ráfaga de penetrantes olores que invadió toda la ciudad”. Se congregaron en la Av. Costanera con consignas claras y contundentes. Pero desde las fuentes cercanas a Botnia sólo llega una débil declaración del tipo “Si... puede ser que ese olor sea el resultado del mal funcionamiento de los filtros... el fenómeno... bue, pasa que... no presenta riesgos para la población, ni para el medio ambiente"... Aunque tal vez no saben quizás de última reconocieron que “puede producir irritaciones momentáneas en nariz y garganta”.
Entonces: ¿Qué pasará con las reinas de la coliflor, digo, del carnaval? ¿Podrán esos cuerpos danzantes divertir a la población preocupada por la contaminación? ¿Contamina Botnia o no contamina?

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Un matecito?


Para todos aquellos que quieran festejar y no encuentran motivo, aquí va una sugerencia atractiva porque... Entre Ríos es una provincia que ¡¡está de fiesta!! (Cerrando un poco los ojos y dejando de lado el río, la pesca, el campo, la falta de empleo digno, la basura, la pobreza, etc. etc. etc.)

En unos días más se llevará a cabo la Fiesta Nacional del Mate
[1]. La verdad él se lo merece, no sé si está es la fiesta que se merece pero... Lo cierto es que le rendimos homenaje a este compañero fiel, brebaje verduzco que nos despierta y que nos hace una caricia por dentro. De paso aprovechamos a brindar por sus propiedades ya que según una nota publicada días atrás: “Tomar mate hace bien a la salud: descubren que retarda el envejecimiento celular”. Aparentemente:
-Contiene antioxidantes que mejoran las defensas del organismo y lo protegen contra el daño de las células (tiembla el vino tinto).
-Su consumo regular previene la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y coronarias, y algunos cánceres.
Ni lerdos ni perezosos ya hay laboratorios que trabajan en la elaboración de cápsulas con contenido yerbatal para explotar el mercado de las dietas y productos de belleza. Realmente admiro el sentido utilitarista y monetarista de esta gente.
Obviamente, desde aquí sugerimos que antes de ingerir una o más pastillitas se prepare un buen mate y disfrute de su amargo sabor solo o con buena compañía. Una buena excusa para compartir e invitar a un enamorado/a. Es barato, fácil de preparar y cómodo para transportar. También es ideal para iniciar a alguien en esta ceremonia: la ingestión diaria de mate, la “infusión oficial del litoral”.
Sólo si padece mucho del calor y de sus molestas y tortuosas consecuencias puede echar mano al nunca bien ponderado “Tereré”, es decir, su variante veraniega con jugos helados y un poquito de azúcar.
Y por si esto fuera poco y alguien se anima -que nos cuente- a continuación una receta gourmet (ja ja ja) con yerba mate (y si encuentra el pescado siéntase un afortunado/a).

Surubí en tempura de yerba
Para la tempura, mezclar 200 cc de mate cocido bien frío y 1 huevo.
Sumar 200 gramos de harina tamizada y revolver enérgicamente para que no forme grumos.
Incorporar 1 cucharadita de sal, 1 de azúcar y 1 de polvo de hornear.
Reservar en heladera: debe estar bien fría.
Cortar 100 gs de surubí en rectángulos de 3 por 2 cm y 1 de espesor, salpimentar y reservar.
Pelar 1 batata y rallarla. Disponerla en una sartén antiadherente con abundante manteca clarificada (derretida, sin espuma ni residuos) Cocinar de ambos lados, a fuego lento e incorporando materia grasa si hiciera falta.
Terminar la cocción en el horno a fuego bajo, cuidando no se pase.
Cortar 1 cebolla colorada en aros y remojarlos en el jugo de 1 naranja.
En una ensaladera colocar los aros de cebolla y gajos de naranja y de pomelo.
Rociar con oliva, espolvorear con pimienta verde y rosa y hojas de menta.
Remojar los trozos de surubí en la tempura y freírlos rápidamente, 3 minutos.
Servirlos con la tortilla de batata.



miércoles, 14 de enero de 2009

Paraná: un día de esos, un día de estos



Toma 1: un joven silba a otro que lo observa haciéndose el distraído. Desde la vereda de enfrente, a modo de señal, recibe la misma contestación. Ambos desaparecen de la escena abruptamente, cual sombras.
Toma 2: una pareja camina observando el paisaje de la ribera: río, sauces, tres espinillos, un ceibo, algún pato que, despreocupado, recorre el camalotal. Eligen un banco para “tomar unos mates”.
Toma 3: un instante más tarde, la correa de la cartera cede dócilmente entregándose a manos expertas.
Toma 4: ataque de nervios, bronca, desesperación.
Toma 5: en la comisaría, las cosas empeoran. “Ya te van a tomar la denuncia”. Uno, diez, veinte minutos. Adiós.
Toma 6, 7 y 8: a los lejos, una radio vocifera: “un individuo de género femenino fue asaltada en inmediaciones de calle Larramendi”. Un comisario que ama las cámaras declara con tono grave: “Se identificó un occiso luego de una feroz balacera en calle Ramirez”. Un periódico local titula: “Se secuestró armamento en la vivenda de un malviviente”. Un policía al que se le quedó el auto, pide por celular que urgente “se apersone personal policial en el barrio San Agustín”.
Esta es otra postal de nuestra ciudad. La de las desigualdades que generan violencia. La de la falta de un trabajo digno que propicia dependencias mayores en menores. El "famoso" sentido común se hace oír. Un sector de la población comprometido con su ciudad -considerando las raquíticas medidas políticas incapaces de solucionar nada- puede llegar a aportar a este dilema soluciones realmente efectivas y encantadoras:
- “Habría que matarlos a todos”.
-“¿No probaste con echarles veneno para ratas?”
-“Habría que fumigarlos como a los mosquitos”.
-“Decí que ahora con este calor, más de uno se ahoga en el río”
- “De una, hay que bajar la edad de imputabilidad, ¡si son incorregibles! Mientras más rápido los encierren mejor”.
-“Yo con la 22 en casa me siento más seguro. Si entra alguien lo cago a tiros y listo ¡uno menos! Cómprate una vas a ver.”
Mientras tanto, la policía “intensifica sus operativos”, es decir, dan paseos más largos en sus vehículos pintados a lo “Brigada A” en tonos azules y negros, o en sus vistosos cuatriciclos. Si el delito se concibe como la trasgresión de una norma. Yo me pregunto ¿Cómo se concibe que cada vez más gente muera de hambre?

miércoles, 7 de enero de 2009

Fantasmas en la "ciudad paisaje"


Nada más estimulante que el verano para hacer vida al aire libre, disfrutar de Paraná, considerando que cada vez son más los habitantes sin recursos para vacacionar en otros lugares. Entonces miramos hacia el río -y nos acordamos que existe-: las playas, la costanera, las inmediaciones del puerto. Pero por lo menos dos fantasmas acechan nuestra existencia. Y cómo!!!
Por un lado, si bien “desde la comuna se trabaja en un dispositivo que garantice el servicio” los rumores de la falta de agua ya son un hecho. Aquí hemos comentado, por ejemplo, el famoso paisaje dominguero de los fanáticos que lavan sus autos puntualmente, pero podemos mencionar también los que llenan sus amplias piscinas o derrochan diariamente el preciado líquido. No faltan los que por vagancia, simple descuido o falta de entusiasmo dejan gotear las canillas, mansamente, gota a gota. Mientras que en otros barrios -céntricos o periféricos- los ciudadanos luchan por llenar un balde de agua para lavarse la cara. Según las estadísticas la situación es alarmante (que bien suena esa expresión) ya que se consumen entre 450 a 500 litros por día por habitante, cuando se debería estar en 150. Es que Paraná está creciendo tanto!! No es que estemos en contra del progreso ¿o si? por lo menos no de este tipo de progreso que se traduce en la construcción desmedida e irrestricta de edificios. Un caño se ramifica como si fuera un árbol gigante con miles de ramas-conductos por los cuales el agua pasa a duras penas, teniendo en cuenta también el estado deplorable de los mismos. Quizás si podríamos escudriñar lo que pasa debajo de donde pisan nuestros pies, nos llevaríamos más de una sorpresa. ¿Un laberinto escondido bajo tierra?. “Excursión hacia las entrañas de un submundo cercano.”
Por otro lado, la campaña de “Humo de tabaco aquí no” debería haberse extendido ya que el humo del cigarrillo vendría a representar... ¿un mal menor? ¿Qué hacemos con el humo que proviene de la quema de basura? ¿Qué hacemos con la basura? Vienen a mí una serie de respuestas del tipo: “Métetela en el....” pero estaría de más explicitarlas. El humo fue seleccionado como protagonista para este drama. Blanco, denso, penetrante, se va extendiendo sobre la ciudad como una enorme columna inquebrantable. Su olor delata y está primero en el ranking de fragancias para esta nueva temporada. Pero en este caso el mal olor denuncia. Las consecuencias no entienden de decretos. Los paliativos tienen vida útil, cada vez menos vida útil.
¿Qué hará usted señor, señora, joven, niña, niño? ¿Desenfundará la pelopincho? ¿Saldrá a respirar aire puro? Cuente sus monedas, cuéntelas otra vez... no hay caso, no alcanza ni para un heladito. Estoy pensando, como plan B, hacer una huerta orgánica para pasar el verano. ¿Alguien tiene una porción de tierra disponible en su patio?

lunes, 5 de enero de 2009

Demasiado ruido


Mirando un poco de televisión local al mediodía, me enteré de un trabajo realizado por un grupo de estudiantes-adolescentes de nuestra ciudad. El tema investigado trataba sobre la contaminación sonora en ciertos puntos de Paraná y el impacto que esto tiene en la vida cotidiana de sus habitantes ¡Qué tema! con ayuda de un pequeño aparato denominado “Decibelímetro” (apto para controlar el nivel de sonidos, música, ruidos en toda clase de situaciones... mmm ¿tentador eh?) Pero lo realmente interesante fueron los resultados ya que dichos alumnos pudieron comprobar que en el centro de nuestra ciudad los decibeles exceden los permitidos -como tantas otras cosas por acá- llegando a un nivel máximo de 96 siendo que lo tolerable para el oído humano es hasta 70.
Es impresionante el ruido de motores, caños de escape, bocinas, alarmas y cómo esto afecta directamente en nuestro sistema nervioso central, pulso y ritmo cardiaco. Los sobresaltos producidos por este tipo de contaminación o lisa y llanamente ¡¡ruido insoportable!!

Me pregunto qué opinarán de esto los habitantes de calle Guemes o Liniers (Puerto Nuevo) ya que -según testigos- esa zona a la noche/madrugada es “zona liberada”. El sonido de moda: caños de escape recortados de motos con diseños “de autor”, parece que estos muchachos se dedican a armar y desarmar hasta llegar a fabricar un modelo exclusivo y desmedidamente ruidoso. Cuánto más perturbador más popular, parece ser la máxima.
Según estudios, “las principales secuelas registradas son irritabilidad, decrecimiento de la capacidad laboral, aumento de consumo de fármacos, cansancio crónico. A partir del informe se conformó una tabla de riesgo, en la que al aumentar los decibeles durante el sueño se agravan los efectos en la salud.”.
¿Qué opinarán los peces, aves y demás animales que también habitan esa zona? ¿Qué impacto tendrá sobre su armonioso ecosistema? La conformación de cordones de boliches para el uso exclusivo y abusivo de los que aman los excesos nocturnos en cascos urbanos es un flagelo que las regulaciones fomentan y estimulan. ¿Quién se hará cargo de las consecuencias?

viernes, 2 de enero de 2009

Playas playas...

A manera de postal para turistas -esas que solían venderse en los puestos de diarios y revistas-, la vidriera de turno deja ver de fondo cielo, arena y río. Es la misma que se llena de luces de colores -por no decir de espejitos- cuando de mostrar y aparentar se trata.
Expertos en inauguraciones oficiales “nuestros” funcionarios están a la orden del día y después... si te he visto no me acuerdo o a seguir cumpliendo con la apretada agenda de ocupaciones, las mismas que confunden en su (des)orden de prioridades. Se trasladan de aquí para allá, en sus autos brillosos de vidrios polarizados robándole tiempo al tiempo. Vestidos no para la ocasión, sí para las cámaras presencian actos de una fugacidad extraordinaria: lo importante es lo qué se ve ¿no?. En fin, para esta ocasión el escenario fue el balneario municipal Thompson -porque por suerte sigue habiendo pequeños placeres gratuitos- convertido en una petit isla caribeña. Todos los detalles estuvieron previstos, también los adjetivos calificativos: “un balneario totalmente renovado, con nueva infraestructura y nueva cartelería, más arena, un importante sector de boyado y una incomparable vista...” además de las habituales palmeras y la protagónica incorporación de simpáticas sombrillas de paja. Pero, sin dudas, el bonus track de la tarde decorada con nubarrones y rayos (naturales), fue una banda en vivo interpretando temas clásicos de salsa y merengue al ritmo de las maracas: “Guantanamera...guajira Guantanamera...yo soy un hombre sincero, de donde crece la palma y antes de morir yo quiero cantar mis versos del alma...”¡Qué ritmo! ¡Qué sabor! ¡Di vi no! A pesar de no abandonar su atuendo urbano, el Intendente cortó las cintas e inauguró oficialmente las playas. No faltó una bendición final, para invocar a los buenos espíritus. Menos mal que el río creció*... menos mal.
Mientras la función dejaba atrás los últimos acordes, cerca muy cerca, la gente de Puerto Sánchez observaba... allí los chicos no saben de boyas, ni de palmeras, ni de cortar cintas. Saben de río, de sauces, de espineles, de la falta de pescado y también de trabajo, saben de cumbia y que en ese balneario con sobre valuadas cabañas de madera, ellos no son muy bienvenidos.

*N de la A: Lámentablemente, el año nuevo nos encuentra sin playas en la ciudad, debido a la baja del río.... sniff!!!