viernes, 16 de octubre de 2009

El día del huevo

Luego de que durante muchos años organismos nacionales e internacionales relacionados con la salud y la nutrición establecieron guías en las que se restringía drásticamente el consumo de huevos dado su alto contenido de colesterol: “No más de tres yemas a la semana”, “Máximo dos huevos enteros por semana…” Ahora parece que no es así. No sólo eso si no que el mismísimo huevo ya tiene su día. Este fue declarado en el marco de la celebración del “Día Mundial del Huevo” proclamado por la International Egg el día 13 de octubre. ¿A usted le parece? Pues bien, con la excusa de promocionar su consumo ahora se lo considera un alimento que “nutre al niño, fortalece al adolescente, alimenta al adulto y favorece al anciano previniendo enfermedades y promoviendo la salud”. Parece que según nuevas investigaciones consumir huevos en el desayuno puede reducir la ingesta calórica y promover la pérdida de peso. Dos huevos en el desayuno en lugar de un pequeño baget, disminuía el hambre y el consumo calórico en el refrigerio de media mañana y además, durante las siguientes 24 horas.
En fin más allá de la “dialéctica del huevo” que si es bueno o que si es malo, nosotros desde acá esperamos que les apaguen las luces a las gallinas para que puedan comer cuando ellas quieran y tengan hambre, que las liberen de sus micro celdas “productivas” para que puedan circular en libertad y poner los huevos cuando ellas estén listas para hacerlo. Ojalá tampoco leamos o escuchemos nunca más este tipo de noticias que consideramos aberrantes: “Un grupo de científicos consigue crear gallinas genéticamente modificadas que ponen huevos con proteínas para fármacos, las que producen altas concentraciones de proteínas que sirven para crear fármacos. Entre otras enfermedades, pueden curar la esclerosis o el cáncer. Han conseguido que, por primera vez, la modificación perdure a través de varias generaciones. Científicos del instituto Roslin de Edimburgo (Escocia), donde nació la oveja clonada Dolly, han creado gallinas genéticamente modificadas capaces de poner huevos que contienen proteínas útiles para fabricar fármacos contra el cáncer y otras enfermedades. Los científicos han criado 500 gallinas ponedoras, cuyo ADN manipularon con la introducción de genes humanos que producen proteínas”.
En tiempos de experimentos científicos que trascienden todo tipo de límites imaginados, que permiten mutaciones, operaciones transgénicas, injertos entre diversas especies (¿se enteró el de la elaboración de tomates azules transgénicos para hacer vacunas? bueno ese es otro tema) seguirá en vigencia el viejo dilema de qué fue primero: ¿el huevo o la gallina?

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